Las mochilas de nuestros hijos a veces parecen un saco sin fondo. Cualquier cosa puede salir: cuadernos, libros, estuches, un trozo de bocata, un rotulador seco, un trozo de goma gastada y ennegrecida, un osito de gominola más duro que una piedra, la invitación a un cumple que probablemente no contó con la presencia de nuestro hijo, una nota de un profe que nunca llegaste a ver.
Desde hace unos años la verdadera fuente de información para los padres: la agenda escolar.
Para algunos alumnos es la temida agenda escolar, “chivata” de las andanzas de su vida escolar.
Con el tiempo, se convertirá en un regalo de un precio incalculable.
La agenda escolar supone el primer paso para que los escolares aprendan casi sin darse cuenta a planificar y organizar su tiempo, verdadera clave de su futuro éxito. Llevar una agenda escolar al día es beneficioso primero para los alumnos pero también para los padres y profesores, es decir para todos los actores que intervienen en el proceso educativo, de ahí la importancia de su manejo desde los primeros años de su escolarización.
En la etapa de guardería y educación infantil, la agenda escolar es vital para transmitir la información diaria, desde reseñar un avance especial en su proceso educativo hasta alguna circunstancia que pueda afectar a la salud del pequeño. Establece una vía de comunicación de ida y vuelta que se transforma en un diálogo fluido y sin malentendidos entre el profesor y los padres.
En la etapa de primaria hay un primer cambio significativo y es que son los propios alumnos los que se responsabilizan de su agenda. La agenda poco a poco ayuda a los alumnos a planificar sus tareas diarias y semanales. De esta manera organizan su tiempo mejor y priorizan las tareas en función de su importancia. Sienta las pautas de futuros hábitos respecto a la planificación de tareas. Así aprenden a mejorar el rendimiento de su tiempo. Por otra parte, la obligación de escribir las tareas y revisarlas ayuda a convertir en hábito la costumbre de anotar, revisar y cumplir con sus obligaciones escolares. En secundaria estos aspectos se verán reforzados y ya convertidos en costumbre.
Un aspecto que a veces pasa desapercibido y que también forma parte de la educación y desarrollo de nuestros hijos, es el fomento de su creatividad, en este sentido también pueden colaborar las agendas escolares, a través del uso de elementos como marcadores móviles, pegatinas con caritas, animales, objetos de su día a día, signos ortográficos o dibujos. Con su uso los escolares fomentan y desarrollan su lado creativo, personalizan su agenda y la hacen más atractiva.
En primaria y secundaria se suele recomendar agendas escolares Semana a la Vista en las que de un solo vistazo puedes comprobar todos los datos escritos durante esa semana. A partir de secundaria ya aparecen las agendas escolares 2 días página y en Bachillerato día página. Aunque no hay una norma fija y cada alumno escoge la que mejor se adapta a sus necesidades.
Las papelerías Carlin te brindan un amplio abanico de modelos, tamaños y marcas dentro del mundo de las agendas escolares. Marcas de reconocido prestigio como Miquelrius, Finocam o Dohe habitualmente forman parte de la oferta de nuestras tiendas. Pero ya sabes, si buscas un modelo o diseño concreto en Carlin siempre podremos encontrarlo para ti.
Te propongo un plan: tanto si tu hijo ya ha comenzado su vida escolar como si está a punto, guarda todas esas agendas escolares de toda su trayectoria educativa, curso a curso, año a año y cuando comience a trabajar se las regalas.
¡Será uno de los regalos que más recuerde en su vida!.