Halloween! Terrorífica diversión

¿Hay una noche más terroríficamente divertida que Halloween? Esta fiesta, que hasta hace unos años era una rareza en nuestra cultura, se ha convertido en uno de las fechas más esperadas por nuestros niños, también por los mayores, que a todos nos gusta dejar volar la imaginación y disfrazarnos.  

 En nuestras manos está, y nunca mejor dicho, hacer de estas fechas momentos que, nuestros peques  no olvidarán,  y que recordarán con cariño toda su vida. Crear  los disfraces o complementos de la fiesta de Halloween con nuestras propias manos, además de divertido, crea recuerdos de infancia y  activa nuestra imaginación.  Solo necesitamos un ratito y ganas de compartir  estos momentos de risas.  

Acércate a una papelería Carlin y comprobarás  lo que eres capaz de hacer  con simples cartulinas de colores, goma eva, rotuladores, unas tijeras y pegamento. Es posible que solo con estos elementos te salga el mejor gorro de brujita, la máscara más aterradora,  el murciélago más divertido, la telaraña más laaaarga o la calavera más simpática que hayas visto en  tu vida.   

Pero si quieres ir más allá ¿por qué no hacer tus disfraces con unos pliegos de papel seda o crespón?. El límite lo pones tú. ¿Difícil?  Ponte a ello y comprobarás que  es más fácil y barato de lo que crees.  Unos ejemplos. Qué tal si nos vestimos con unas mallas negras y por encima de nuestro cuerpo nos rodeamos con jirones de papel crespón  o seda en  blanco. Ya somos unas modernas momias del siglo XXI.  O con esas mismas mallas negras debajo y encima papel print animal, ya somos un verdadero troglodita!!. Eso si, acuérdate de despeinarte un poquito. 

Pero nos falta un detalle vital: el maquillaje!!. En las papelerías Carlin tienes un amplio surtido de pinturas de cara adaptadas al uso infantil. Es importante usar maquillajes  homologados, marcas reconocidas, como Alpino, Jovi, Giotto o Faber Castell,  revisadas y testadas por organismos oficiales.  En Carlin tienen a tu disposición estos maquillajes especiales, pensados para no provocar reacciones alérgicas. Con ellos podrás pintar la cara de pálido blanco, pintarte unas profundísimas ojeras o incluso hacer brotar la sangre de la herida que te ha hecho tu vampiro preferido. 

Ya solo falta sentido del humor, unos dulces  y todas las ganas del mundo de pasarlo bien.